SS26: La nueva elegancia marítima que conquista la ciudad

En la primavera-verano 2026, el viejo imaginario náutico abandona su rol de “clásico de resort” para transformarse en un verdadero código urbano. La tendencia Urban Nautical reinterpreta el espíritu marítimo desde una sensibilidad contemporánea: menos souvenir, más lenguaje visual; menos escapismo literal, más sofisticación funcional. En un momento en que la frontera entre la oficina, la calle y el descanso se vuelve cada vez más borrosa, la moda responde con un nuevo mapa estético donde la ciudad y el mar conviven sin tensión.

Marcas como Tommy Hilfiger, Patou, Ralph Lauren, Christian Wijnants, Brandon Maxwell o Baum und Pferdgarten ya venían insinuando este giro, pero es en SS27 cuando se consolida una narrativa clara: la del vestidor híbrido, capaz de activar un mood relajado sin perder estructura, y que permite circular entre reuniones, after office y escapadas espontáneas con la misma silueta.

El color como brújula contemporánea

La paleta retoma los códigos marítimos—rojo, blanco y azul—pero desde una mirada más urbana. El midnight navy reemplaza al negro para suavizar contrastes, mientras que los azules empolvados ocupan el lugar de los grises, aportando ligereza sin caer en la paleta deportiva. El resultado es un equilibrio fresco, casi cinematográfico, que moderniza la estética náutica sin diluir su identidad.

Las piezas clave del guardarropa urbano-marítimo

La estrategia del look parte de básicos reformulados:

• Blazer relajado: de hombros sutiles, tejido liviano y detalles en contraste. La prenda funciona como puente entre el officewear y la identidad vacacional.
  

• Camisa rayada reinventada: diagonales, bloques cromáticos y microstripes que juegan con el movimiento. No es la camisa “del banco”, sino una estructura viva, dinámica
  

• Bermuda sartorial: el nuevo uniforme del verano urbano. Mantiene la precisión del tailoring, pero con la comodidad necesaria para un ritmo más nómade。
  

• Cardigan ligero: un comodín transversal, apto para el “city to beach” que define la temporada.

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Son prendas reconocibles, pero reescritas bajo la lógica del vestidor híbrido: piezas que se activan en múltiples escenarios sin exigir un cambio de código.

El diseño como territorio de expansión

El Urban Nautical no se sostiene solo en la nostalgia marítima; crece desde la experimentación. Las rayas se multiplican en direcciones inesperadas, chocan entre sí, se desplazan. Los motivos de nudos, sogas o gráficos ondulados dejan de ser decorativos y pasan a formar parte de estructuras funcionales, desde tiradores regulables hasta tramas tejidas. Mientras tanto, los cuellos exagerados, inspirados en el sailor collar, aportan dramatismo a una silueta históricamente sobria.

Un capítulo aparte merece el uso de la pañueleta: ya no como accesorio ornamental, sino como gesto estilístico. Atada al cuello, integrada en el escote o combinada en patchwork, introduce una vibra de frescura que conecta la oficina con el imaginario de un verano interminable.

Una estética para la vida contemporánea

En un contexto donde la movilidad define nuevas formas de habitar la ciudad, esta estética propone un vestidor versátil, inteligente y afectivo. El Urban Nautical no invita a escaparse del mundo, sino a integrarlo:
un estilo que respira vacaciones sin dejar de ser urbano, que se siente sofisticado sin perder naturalidad.

Más que una tendencia, SS26 instala un deseo:
vivir en la ciudad con la misma ligereza con la que miramos el mar.

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